¿Los tanques de pensamiento podrían ser el vínculo faltante en la relación academia-industria?
Los tanques de pensamiento –también conocidos como tanques de ideas o centros de pensamiento– se reconocen en el mundo como grupos de expertos dedicados especialmente a la investigación en temas específicos de interés propio y de las organizaciones que los promueven o patrocinan.
Es frecuente que tengan su origen precisamente en compañías del sector privado o en instituciones académicas que buscan generar conocimientos para que sean escuchados por los decisores y que se expresen, por ejemplo, en la formulación de nuevas políticas públicas, regulaciones o normas de distinta naturaleza.
De otra parte, también es posible encontrar centros o tanques de pensamiento vinculados a organizaciones políticas –como partidos políticos o fundaciones– que promueven debates ideológicos y políticos alrededor de temas controversiales. Estos tanques de pensamiento defienden posturas y posicionan temas entre la opinión pública. Para ello se valen de la realización de foros académicos, del contacto cercano y estratégico con los medios de comunicación tradicionales y no tradicionales, y con el desarrollo de debates en el interior de instituciones públicas o privadas que estén vinculadas a los procesos de toma de decisiones de su interés.
Una de sus estrategias ha sido potencializar procesos de información, educación y comunicación (IEC) que les permitan ampliar su influencia en grupos de interés específicos y bien identificados sobre los que esperan producir algún efecto. Estos grupos son diversos y están relacionados directamente con los propósitos y las temáticas priorizadas por el tanque, en sus objetivos y en su plataforma estratégica.
El origen del término “tanque de pensamiento” se sitúa (como resulta un tanto obvio) en el ámbito militar y en el contexto histórico de la Segunda Guerra Mundial. Se crearon los
primeros de su tipo como formas de interacción entre académicos y oficiales del ejército en los que se discutían datos y se planeaban estrategias (Ponsa, 2015, citado por Vidal-Correa, 2018). Posteriormente su alcance se proyectó a organizaciones políticas, dentro de las cuales los partidos políticos se reconocen como algunas de las más influyentes. Todo lo anterior enfocado en fortalecer los procesos de toma de decisiones (Mcgann, 2010, citado por Vidal-Correa, 2018).
En la convocatoria del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia se promueve la “creación de un tanque de pensamiento en TIC […] como elemento estratégico que permita establecer nuevos instrumentos para la formulación de política pública de vanguardia, directrices y lineamientos necesarios para el posicionamiento del sector TIC” (Minciencias, 2020). En tal sentido se configura un reconocimiento explícito de los tanques de pensamiento como organizaciones dirigidas a incidir en el diseño y la implementación de políticas públicas en el país.
De lo anterior se puede concluir que los tanques o centros de pensamiento pueden ser una estrategia exitosa para cerrar las brechas históricas entre la investigación académica, la innovación y la aplicación a procesos productivos. De igual manera, constituyen una oportunidad y una iniciativa con amplias posibilidades y espacios de crecimiento y consolidación en Colombia, especialmente en las nuevas interacciones que están emergiendo en la era de la pandemia y la pospandemia.
Luis Alejandro Gómez Barrera. OD, MSc, Ph. D.
Profesor Asociado Facultad de Medicina
Director de la Maestría en Salud Púbica – Universidad El Bosque
ORCID
Referencias
Vidal-Correa, O. (2018). Los tanques o centros de pensamiento: laboratorio de ideas. Australia: Universidad de Melbourne.
Colombia (2020). Minciencias. Convocatoria 690: Tanque de pensamiento TIC. https://www.mintic.gov.co/portal/inicio/Micrositios/Convocatorias/Convocatorias-Cerradas/7252:Convocatoria-690-Tanque-de-pensamiento-TIC