Hay que apuntar la política de salud hacia la salud pública, garantizando servicio de calidad, que el personal tenga garantías, la atención sea de calidad, los hospitales se doten de equipos y haya un enfoque de prevención y promoción en salud.

Destruir el sistema de salud [como lo propone Petro], simplemente acabarlo sin un plan B, o entregarle a las secretarías de salud esas funciones es una locura; básicamente está basado en el desconocimiento y en no entender el sistema (…) El sistema de salud en Colombia hace un millón de atenciones diarias, la coordinación de esas atenciones es una labor descomunal. Yo no voy a decir que funciona bien en todos los casos, lo voy a decir que hay muchas cosas que reformar, lo voy a decir que el sistema basado con eps en algunas regiones sobretodo apartadas no funciona. Pero lo que propone Petro es una quimera, es más, ni siquiera es cambio, porque el no va a ser capaz de cambiar, es una idea suelta que jamás ha logrado aterrizar

Hay que apuntar la política de salud hacia la salud pública, garantizando servicio de calidad, que el personal tenga garantías, la atención sea de calidad, los hospitales se doten de equipos y haya un enfoque de prevención y promoción en salud.

La complejidad de un país en desarrollo que avanzó decididamente en la cobertura universal pero que la presión tecnológica y los debastes de naturaleza ética asociados a la forma en que se incorporan esas tecnologías han creado innumerables problemas, soluciones también, pero es un problema no resuelto, que apenas se ha podido manejar, muy complejo y que en Colombia ha tenido una materialización dramática más que en cualquier otro país. Segundo, la necesidad de una perspectiva más amplia y de entender la integralidad de la salud. La tercera reflexión es sobre la pandemia: en lugar de encerrar los humanos, deberíamos liberar el conocimiento, como corresponde. La última idea es la enseñanza de estos años de no centrar todo aguas abajo en los problemas financieros, sino de rescatar la salud pública y volver a la salud pública, a la salud mental, a la salud sexual y reproductiva, a incorporar el talento humano como la única forma de encontrar un poco de razonabilidad en estos momentos difíciles