Lecciones de Boston para Bogotá: Innovación en salud y alianzas estratégicas para fortalecer la competitividad regional

Lecciones de Boston para Bogotá: Innovación en salud y alianzas estratégicas para fortalecer la competitividad regional

El World Medical Innovation Forum 2024 en Boston es el evento organizado por Mass General Brigham y patrocinado por Bank of America, que reúne a más de 2,000 líderes de salud, biotecnología, inversión e innovación para explorar avances disruptivos en áreas como oncología, enfermedades raras, inteligencia artificial generativa, entre otros. INNOS se suma como participante en las conversaciones de la agenda, identificando cómo las colaboraciones público-privadas y las tecnologías emergentes pueden aplicarse para mejorar los sistemas de salud, particularmente en ciudades como Bogotá.

El panel Healthcare Innovation and Regional Competitiveness reunió a líderes como John Fish (Suffolk), Reshma Kewalramani, MD (Vertex Pharmaceuticals) y Jonathan Kraft (The Kraft Group). En la discusión se destacó cómo la innovación en salud, junto con una colaboración estratégica entre sectores y una visión de largo plazo, ha permitido a Boston (USA), posicionarse como un referente global en bienestar y competitividad regional. Hoy estas lecciones pueden ser valiosas para que Bogotá, a través de su Plan de Desarrollo, fortalezca su ecosistema y supere los desafíos actuales.

Un tema central del panel fue cómo la salud y la educación se han convertido en los dos grandes motores de la economía en Boston. La ciudad ha logrado consolidarse como una capital intelectual del país gracias a su apuesta por estos sectores, impulsada por un enfoque de innovación continua y serial, donde los avances no se buscan solo para obtener resultados inmediatos, sino para generar impactos a largo plazo. En este sentido, el sector privado ha sido un aliado clave para el desarrollo de estos pilares, invirtiendo y apoyando iniciativas que no solo benefician a sus propias industrias, sino que mejoran el bienestar general de la ciudad.

Bogotá, en su contexto actual, tiene el reto y la oportunidad de aprender de esta experiencia. Con su Plan de Desarrollo, la ciudad enfrenta desafíos importantes en su sistema de salud, pero también puede aprovechar estos retos como una oportunidad para impulsar un modelo de desarrollo regional que integre salud, educación e innovación tecnológica, tal como lo ha hecho Boston. La clave está en alinear los esfuerzos de todos los actores, desde el sector público hasta el privado, para generar un cambio estructural que trascienda sectores.

Uno de los puntos clave que se abordó en el panel fue la importancia de generar un impacto que trascienda la industria de la salud, llevando los beneficios de la innovación hacia otras áreas como el empleo, el bienestar social y la calidad de vida. Esto se ha logrado en Boston mediante un enfoque de colaboración público-privada y el desarrollo de un ecosistema que fomenta la participación de universidades, hospitales, empresas tecnológicas y actores del sector privado. Para Bogotá, replicar este tipo de alianzas puede ser un camino eficaz para mejorar el bienestar de su población y avanzar hacia una mayor competitividad regional.

El sistema de formación avanzada de Boston está alineado con las demandas del mercado y con las necesidades de su estrategia de desarrollo regional. Las universidades y centros de investigación en la ciudad colaboran estrechamente con los sectores de salud e innovación para garantizar que el talento que se forma pueda enfrentarse a los desafíos del futuro. Para Bogotá, resulta esencial establecer este tipo de alineación entre el sistema educativo y el sector salud, integrando tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y la big data, que aparte de mejorar los procesos de atención, también optimizan la gestión de los recursos y el análisis de datos para prever necesidades y mejorar la calidad de vida de la población.

Un concepto clave que resaltaron los panelistas fue la mentalidad de innovación serial, que ha permitido a Boston destacarse como un Hub de desarrollo sostenible en salud. Este enfoque no se trata solo de innovar una vez, sino de hacerlo constantemente, adaptándose a las nuevas tendencias tecnológicas y económicas. Bogotá puede adoptar esta filosofía para convertir la innovación en un proceso continuo, integrando su Plan de Desarrollo con soluciones a largo plazo que no solo mejoren su sistema de salud, sino que transformen su capacidad de generar bienestar y desarrollo económico.

Otro aspecto relevante del panel fue cómo la ciudad de Boston ha entendido que la tendencia actual de innovación en salud, impulsada por tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial y el análisis de big data, es diferente a las anteriores. Esta nueva ola de innovación presenta oportunidades sin precedentes para transformar completamente el sistema de salud. Los actores en Boston han aceptado el desafío de ser pioneros en esta transformación, comprometiéndose con el juego largo y apostando por un futuro donde la salud y la tecnología se integren profundamente. Bogotá también puede ser parte de esta transformación si logra establecer una estrategia de adopción de CTI en salud y aprovechar el potencial que estas herramientas tienen para mejorar la eficiencia del sistema y generar mayor equidad en el acceso para la Bogotá-región.

Finalmente, el panel hizo hincapié en la importancia de pensar en grande y asumir que los cambios significativos requieren tiempo y compromiso. Boston ha demostrado que, al apostar por el juego largo, se puede construir un ecosistema robusto que genere beneficios sostenidos en el tiempo. El reto para Bogotá está en cómo alinear su estrategia de salud con las demandas del desarrollo regional. Para ello, la colaboración entre el sector público y privado, el uso inteligente de tecnologías emergentes y una visión clara de largo plazo serán fundamentales para que la ciudad pueda superar sus barreras actuales y explote las oportunidades que tiene sobre la mesa desde las condiciones habilitantes de transformación del ecosistema de innovación.

La nueva Ley de Financiamiento: ¿dónde está el sector salud?

La nueva Ley de Financiamiento: ¿dónde está el sector salud?

Hace unos días, el Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, presentó ante la Cámara de Representantes el proyecto de ley de Financiamiento 2024 (PL 300-2024C), que ha sido recibido como una nueva reforma tributaria. Esta iniciativa tiene como objetivo principal aumentar la recaudación fiscal y promover la sostenibilidad ambiental, lo que podría tener repercusiones en varios sectores de la economía. Sin embargo, resulta llamativo que el proyecto no mencione de manera explícita al sector salud, especialmente en un contexto en el que este enfrenta graves dificultades de financiamiento y escasez de recursos.

A pesar de que el proyecto de ley propone aumentar el recaudo en un 0,7% del PIB en 2025 y un 0,1% en promedio en los años siguientes (2026-2030), este incremento de recursos no está destinado al fortalecimiento del sistema de salud. La falta de nuevas fuentes de financiación específicas para el sector pone de manifiesto que esta reforma tributaria, más conocida como la Ley de Financiamiento[1], no tiene como prioridad abordar los retos del sistema de salud. En cambio, la atención parece centrarse en sectores como la transición energética, la sostenibilidad y el turismo, lo que plantea interrogantes sobre las prioridades del gobierno en términos de política pública. Esta ausencia del sector salud en el proyecto de Ley resulta, al menos, incoherente si se tiene en cuenta además que el Ministerio de Salud ha expresado al Congreso la necesidad de aumentar 27% los recursos de funcionamiento y 83% los recursos de inversión para 2025.

El principal desafío: La ausencia del sector salud en el proyecto de ley de financiamiento

El mayor desafío que plantea esta ley de financiamiento para el sistema de salud es, precisamente, su ausencia en el texto radicado en la Cámara de Representantes. En un contexto de crisis financiera en el sector, la falta de un plan específico para la inversión en infraestructura sanitaria, la actualización del valor de la Unidad de Pago por Capitación (UPC) y el pago de los presupuestos máximos, generan una gran incertidumbre. A pesar de la evidente necesidad de recursos, la priorización de otros sectores genera interrogantes importantes sobre el futuro del sistema de salud y abre la posibilidad de que los problemas que hoy enfrenta se sigan profundizando con el tiempo. Se esperaría que, ante los constantes llamados que se han hecho para prestar atención a los problemas de financiamiento actuales y asumir los costos adicionales de una reforma a la salud, el ejecutivo emprendiera acciones para asegurar nuevos recursos que oxigenen el sistema. Sin embargo, este proyecto de Ley no lo hace.

Adicionalmente, hay que tener en cuenta que el aumento de impuestos propuesto podría desacelerar la inversión privada en el sector, afectando la capacidad de obtener financiamiento a través de recursos privados y alianzas público-privadas, que han sido importantes para el desarrollo de proyectos en el país. La industria farmacéutica, por su parte, también podría verse afectada por regulaciones ambientales que, aunque necesarias, incrementarán los costos operativos de manera inmediata, reduciendo la competitividad de muchas empresas en el corto plazo.

Si bien el proyecto introduce un componente verde en la Regla Fiscal, que en teoría podría ser aprovechado para financiar infraestructuras ecoeficientes, no se establece claramente cómo estos recursos beneficiarían específicamente al sector salud. Aunque la construcción de hospitales sostenibles podría reducir costos operativos a largo plazo, no parece haber una intención firme de priorizar estos proyectos dentro del marco de la reforma.

En este sentido, el incremento de la recaudación tributaria abre la puerta para explorar alternativas de financiamiento que no han sido contempladas en la propuesta actual. Esta es una oportunidad para innovar en modelos más eficientes y sostenibles, identificando nuevas fuentes de financiamiento y desarrollando mecanismos que aseguren que parte de los recursos generados se destinen al fortalecimiento del sistema de salud, especialmente en las regiones más vulnerables, donde el acceso a servicios de atención primaria sigue siendo insuficiente.

Una oportunidad para la innovación en salud

Aunque el proyecto de ley de financiamiento no atiende directamente las necesidades del sector salud, ofrece la posibilidad de explorar enfoques innovadores en el ámbito sanitario. Una de estas oportunidades sería aprovechar los incentivos de la economía verde para crear un “Ciclo Blanco para la Salud”, dentro de la Regla Fiscal. Este concepto podría incluir inversiones específicas en tecnologías sostenibles y soluciones de bajo impacto ambiental para mejorar la infraestructura hospitalaria y los servicios de salud, con especial atención a las zonas rurales.

Además, el proyecto de ley de financiamiento crea un espacio propicio para pensar en modelos financieros innovadores, coherentes con las tendencias globales de sostenibilidad, que aprovechen las nuevas dinámicas internacionales de financiamiento verde y responsabilidad social. Estas nuevas formas de financiamiento podrían alinearse con los objetivos de sostenibilidad, integrando los avances tecnológicos y económicos en modelos más eficientes para el sector salud.

Por último, esta situación ofrece una oportunidad para que el debate público preste mayor atención a las dificultades financieras que enfrenta el sistema de salud. Es fundamental que se priorice en la agenda legislativa la necesidad de abordar de manera directa el financiamiento del sistema de salud, para garantizar que este sector reciba los recursos necesarios para su sostenibilidad.

De este modo, aunque el sector salud sigue ausente en el debate legislativo -al menos en lo que a la Ley de Financiamiento se refiere-, esta podría verse como una oportunidad para repensar su desarrollo, siempre y cuando se logre incorporar propuestas concretas que aseguren que parte de los recursos generados se destinen efectivamente a mejorar el sistema de salud. De no hacerlo, corremos el riesgo de que la salud quede relegada una vez más frente a otras prioridades del gobierno.

 

[1] Aunque la ley de financiamiento y la reforma tributaria suelen confundirse, no son lo mismo. Es importante conocer algunas de sus diferencias clave. En primer lugar, a diferencia de las reformas tributarias, los proyectos relacionados con leyes de financiamiento cuentan con una mayor variedad de instrumentos (Artículo 347 de la Constitución Política de 1991). Estos proyectos se enfocan principalmente en la necesidad “vinculante” de equilibrar las finanzas públicas para responder a las demandas y asegurar el funcionamiento del sistema político, como señala el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana y el ex ministro de Hacienda José Manuel Restrepo. En este tipo de leyes, se pueden incluir diversas medidas, desde ajustes en el perfil del gasto público hasta modificaciones en el Estatuto Tributario. Si el objetivo es realizar cambios significativos en este último, se podría recurrir a una reforma exprés. En segundo lugar, las reformas tributarias tienen un alcance más amplio. Su objetivo es modificar el Estatuto Tributario con el fin de optimizar el recaudo.
La Revolución de la RWE: Una nueva perspectiva para la toma de decisiones regulatorias en salud

La Revolución de la RWE: Una nueva perspectiva para la toma de decisiones regulatorias en salud

En un mundo donde la innovación en salud avanza rápidamente, la discusión sobre cómo los datos generados fuera de los ensayos clínicos tradicionales están transformando la atención médica y las decisiones regulatorias ha cobrado relevancia. La Evidencia del Mundo Real (RWE, por sus siglas en inglés) se refiere a la información obtenida de fuentes como registros médicos electrónicos, encuestas a pacientes y bases de datos de seguros de salud, lo que ofrece una nueva dimensión en la evaluación de tratamientos y medicamentos. Es por ello que el pasado 4 de septiembre, expertos y actores clave del ecosistema de salud se reunieron para debatir estos temas cruciales. Durante el evento, se subrayó que la RWE se ha consolidado como una herramienta esencial para los tomadores de decisiones, que ha permitido analizar el comportamiento de los tratamientos en la práctica clínica real.

La RWE  acelera los procesos de investigación, al tiempo que reduce significativamente los costos y tiempos asociados al desarrollo de nuevos tratamientos. Sin embargo, también existen desafíos relacionados con la protección de datos y la necesidad de garantizar la confiabilidad de los resultados. En este contexto, la privacidad de los datos de los pacientes es un tema central, al igual que la necesidad de asegurar que los estudios de RWE utilicen metodologías robustas y transparentes.

El estudio presentado durante el evento, liderado por Juan Camilo Tocora y David Baez-Díaz de la Universidad El Bosque y apoyado por ROCHE, se organizó en varias fases. Desde la definición de la pregunta de investigación hasta la difusión de los hallazgos, la investigación siguió un enfoque sistemático para asegurar la rigurosidad y validez de los resultados. Este proceso incluyó la colaboración de expertos en epidemiología, regulación de estudios clínicos y el uso de Big Data e Inteligencia Artificial.

Durante el espacio, diversos expertos también ofrecieron perspectivas sobre el uso de la RWE. Alexandra Porras, Directora de la Maestría en Epidemiología de la Facultad de Medicina, subrayó la relevancia histórica de los datos del mundo real en la evaluación de tratamientos, mientras que Jorge Toro, Director Ejecutivo de UNIPS, destacó la importancia de la participación activa de los pacientes en la generación de datos. Asimismo, Fernando Rodríguez, Presidente de la Fundación Pompe, hizo un llamado a expandir la investigación en enfermedades huérfanas mediante el uso de RWE, enfatizando su potencial para abrir nuevas líneas de investigación.

Entre las conclusiones del evento, se destacó la creciente aceptación de la RWE, especialmente en áreas como oncología y enfermedades raras, y su papel en la aprobación de nuevos medicamentos. Además, se hizo hincapié en la necesidad de establecer colaboraciones internacionales y de fomentar la transparencia en la publicación de los resultados, incluyendo estudios con resultados no concluyentes o negativos para proporcionar una visión equilibrada y transparente de la evidencia. Algunas de las recomendaciones clave del estudio, incluyen la promoción de la interoperabilidad de bases de datos a nivel nacional e internacional, el uso de tecnologías avanzadas como el aprendizaje automático para el análisis de grandes volúmenes de datos y la creación de políticas de gobernanza que garanticen la seguridad y privacidad de la información médica.

La creciente aceptación de la RWE indica que estamos en camino hacia una medicina más informada y centrada en el paciente. Sin embargo, para aprovechar al máximo su potencial, es necesario abordar los desafíos relacionados con la calidad y la privacidad de los datos. Así como la descentralización de estas iniciativas hacia otras latitudes fuera de Estados Unidos y Europa, quienes concentran los esfuerzos. Solo desde los esfuerzos conjuntos y con el compromiso de transparencia y ética, se podrá garantizar que las decisiones tomadas en el ámbito de la salud beneficien a los pacientes de manera equitativa. Hoy es claro que la RWE tiene el poder de transformar el sistema de salud, mejorar la calidad de la atención y empoderar tanto a pacientes como a profesionales del sector. A medida que avanzamos, es esencial continuar fomentando la colaboración y el uso responsable de estos datos para construir un sistema de salud más justo y eficiente.

Para ver el evento completo: https://www.youtube.com/watch?v=jO2iwoxsBEs 

Este es el comparativo de las propuestas de Reforma a la Salud que se debatirán en el Congreso

Este es el comparativo de las propuestas de Reforma a la Salud que se debatirán en el Congreso

En el contexto actual de la salud en Colombia, se han presentado diversas propuestas de reforma que buscan transformar el sistema de salud, con el objetivo de garantizar un acceso más equitativo, eficiente y sostenible para toda la población, desde el Instituto de Prospectiva e Innovación en Salud (INNOS), hemos desarrollado una herramienta analítica que nos permite comparar estas propuestas de manera rigurosa y sistemática, considerando sus implicaciones en distintos niveles.

Colombia enfrenta desafíos significativos en su sistema de salud, que incluyen la fragmentación del modelo de prestación, inequidades en el acceso a servicios, y una creciente insostenibilidad financiera. Ante esto, las propuestas de reforma han emergido como respuestas desde distintos sectores para abordar estas problemáticas. Sin embargo, cada propuesta tiene su enfoque particular, y ello genera debates sobre cuál es la mejor ruta para el país.

Por ello, lanzamos a la ciudadanía una herramienta de análisis comparativo que evalúa las propuestas de reforma desde múltiples dimensiones. Consúltala en: https://view.genially.com/66ce3f10c70bfacd8b704954

En INNOS, creemos que cualquier reforma al sistema de salud debe ser producto de un consenso amplio y debe estar basada en evidencia rigurosa. Seguiremos monitoreando el desarrollo de estas propuestas y sus implicaciones, con el compromiso de contribuir a un debate informado y a la formulación de políticas públicas que realmente beneficien a la población.

Culminó con éxito la Hackatón Supersalud 2024

Culminó con éxito la Hackatón Supersalud 2024

Bogotá, 26 de agosto de 2024 – Bajo el acuerdo establecido en el Memorando de Entendimiento entre la Superintendencia Nacional de Salud (Supersalud) y la Universidad El Bosque, en conjunto con su HubiEX, se consolidó una alianza estratégica destinada a promover la innovación e investigación en el sector salud. Esta colaboración dio lugar a la realización del primer reto de innovación abierta denominado “Hackatón Supersalud”, cuyo propósito fue descubrir soluciones innovadoras para automatizar las fichas de caracterización de sus grupos de vigilados a nivel nacional.

El objetivo central de este desafío fue integrar y automatizar la recopilación y actualización de datos para optimizar la supervisión y acceso a información vital para la toma de decisiones, lo que fortalecerá las capacidades de inspección, vigilancia y control en el sistema de salud en Colombia. El pasado 5 de agosto de 2024, se abrió una convocatoria para que emprendedores, estudiantes, científicos de datos, arquitectos de software y ciudadanos interesados en el reto de la Hackatón Supersalud se inscribieran. Esta convocatoria atrajo a más de 95 participantes de todo el país, quienes trabajaron entre el 21 y 23 de agosto, tanto de manera presencial como remota, en el diseño conceptual, prueba y validación de sus soluciones.

Durante el primer día del evento, se llevó a cabo una sesión virtual que permitió a los participantes conocer y profundizar en el entendimiento del desafío y las necesidades de la Superintendencia Nacional de Salud, escuchar y despejar inquietudes. Para el segundo día, los solucionadores diseñaron prototipos conceptuales  y recibieron retroalimentación por parte de mentores y validadores. Estos mentores, facilitados por aliados estratégicos, brindaron apoyo en metodologías y diseño de las soluciones tecnológicas.

El evento concluyó el tercer día con la presentación de seis proyectos finalistas, donde cada equipo expuso su solución y la hoja de ruta de implementación ante un panel de cinco jurados evaluadores. Tras analizar criterios como el entendimiento de la necesidad y la escalabilidad de las soluciones, los jueces seleccionaron el proyecto denominado “Caracterización Pro” como el ganador, el cual será desplegado e implementado para su uso por parte de la Supersalud.

Esta solución fue desarrollada por Javier Estupiñán, un ingeniero de sistemas con más de 15 años de experiencia en analítica avanzada, y Gloria Andrea Patiño, una administradora de empresas con 12 años de experiencia en el sector salud. “Caracterización Pro” automatizará el proceso de extracción y gestión de datos generales y de caracterización de los grupos vigilados por la Supersalud, optimizando así la eficiencia y la calidad de la inspección, vigilancia y control en la entidad.

Cabe resaltar que esta iniciativa involucró la colaboración de aliados como AWS Amazon, BGH Tech Partner, HealthTech Colombia e iNNpulsa Colombia, quienes fueron fundamentales para acompañar todo el ejercicio que busca fortalecer el ecosistema de innovación pública en el país. La Hackatón Supersalud 2024 reafirma el compromiso del HUB-iEX de la Universidad El Bosque y de los actores participantes, en aportar a las condiciones y retos que hoy tiene el sector en el país.

El desafío del financiamiento del sistema de salud en Colombia

El desafío del financiamiento del sistema de salud en Colombia

El sistema de salud en Colombia está en una situación crítica. A medida que el país enfrenta presiones económicas y sociales crecientes, el financiamiento de la salud se convierte en un desafío que requiere atención urgente y soluciones innovadoras. Aunque los recursos para el sistema de salud provienen de diversas fuentes, como el Presupuesto General de la Nación (PGN) y los aportes individuales y empresariales, las tensiones financieras persisten. La combinación de un crecimiento económico moderado, una demanda creciente de servicios de salud y las ineficiencias sistémicas han expuesto las vulnerabilidades del actual modelo de financiamiento. Uno de los problemas más apremiantes es la falta de un marco fiscal claro y estable para su financiamiento. La intervención de la Corte Constitucional en temas financieros solo confirma la exposición de fragilidad que hoy afronta el sector. Lo cual, nos lleva a cuestionarnos si es suficiente el modelo actual o si necesitamos explorar nuevas fuentes de financiamiento del sistema.

Es claro que los modelos tradicionales han demostrado ser insuficientes para enfrentar los desafíos actuales de la salud en Colombia. Es clave diseñar esquemas que se adapten a las realidades específicas de cada región y que aborden los problemas particulares con los que conviven los actores del ecosistema. Y eso puede implicar algunas variables:

  • Alcance geográfico: Adaptando el financiamiento a las necesidades de cada región.
  • Desafíos específicos de salud: Enfocándose en problemáticas particulares del sistema.
  • Rutas de salud-enfermedad: Ajustando el financiamiento a las etapas del proceso de atención.
  • Innovación en salud: Fomentando la creación y adopción de nuevas tecnologías y prácticas.

Pensar hoy en estos enfoques, es analizar cómo responder a los factores que presionan la sostenibilidad del sistema, como el envejecimiento poblacional, la innovación tecnológica, las ineficiencias en la gestión y las expectativas crecientes de los usuarios.

Esta es una discusión que también se está dando a nivel global, pues los sistemas de salud en todo el mundo se también enfrentan a desafíos financieros derivados de factores demográficos, tecnológicos y de gestión. Pero para abordar estas presiones, algunos se han propuesto varios mecanismos innovadores de financiamiento:

  1. Recursos disponibles según el PIB per cápita: Un modelo inspirado en Costa Rica, donde el financiamiento se ajusta automáticamente según la capacidad económica del país, vinculando los fondos de salud al crecimiento económico.
  2. Envejecimiento poblacional: Implementación de seguros de salud y pensiones a largo plazo, como en Japón, para cubrir los costos asociados al envejecimiento.
  3. Innovación tecnológica: Financiamiento colaborativo público-privado para adquirir y desarrollar nuevas tecnologías de salud, similar a las Alianzas Público-Privadas (APP) en el Reino Unido.
  4. Ineficiencias del sistema: Sistemas de pago por resultado, como el programa Hospital Pay-for-Performance (P4P) en Estados Unidos, que vinculan el financiamiento a la calidad y eficiencia de los servicios prestados.
  5. Expectativas de los usuarios: Plataformas de financiamiento participativo para proyectos específicos, permitiendo a los ciudadanos contribuir directamente a iniciativas de mejora del sistema de salud.
  6. Déficit de talento humano en salud: Financiamiento colaborativo para la educación y retención de personal de salud, como el programa de “Beca de Servicio Público” en Chile.

Las fórmulas, afortunadamente, cada vez son más en el mundo, pero ninguna es completa. Las necesidades territoriales deben seguir en el fondo del diseño de este tipo de políticas y existen prácticas en distintos niveles que están aportando cada vez más al estado del arte. Por ejemplo:

  • Nivel local: Estrategias de crowdfunding comunitarios para financiar proyectos específicos de salud.
  • Nivel regional: Fondos de inversión regionales que reúnen recursos de diversos inversores para financiar proyectos de salud con impacto regional.
  • Nivel nacional: Bonos de impacto social emitidos por el gobierno para financiar proyectos de salud pública.
  • Nivel internacional: Cooperación financiera multilateral, como los préstamos y subvenciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para proyectos con impacto transnacional en Latinoamérica.
  • Nivel global: Fondos globales y alianzas de financiamiento, como el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria.

Por otro lado, el financiamiento debe abarcar todas las etapas del proceso de salud-enfermedad, desde la prevención hasta los cuidados paliativos. Esto puede incluir desde impuestos a productos nocivos para la salud para financiar programas de prevención, hasta bonos de impacto social para financiar tecnologías de diagnóstico en comunidades con acceso limitado, y modelos de pago por suscripción para servicios de salud digital.

Finalmente, el sistema de salud colombiano necesita urgentemente una reforma en su financiamiento, a pesar que hoy el Congreso empezará a debatir varias propuestas de reforma al sistema de salud, parece que los modelos de financiamiento aún no recogen la atención necesaria. La adopción de modelos innovadores es clave para garantizar la sostenibilidad y eficiencia del sistema. En última instancia, es necesario que este asunto evolucione a la par de la discusión sobre los desafíos y oportunidades del sistema de salud, asegurando que este se mantenga fuerte frente a las demandas futuras.