Retos, Oportunidades y Dificultades para la Investigación Clínica en Colombia

May 20 2021

Este 20 de mayo celebramos el día mundial de la investigación clínica, entendiendo esta, como aquella actividad científica llevada a cabo en seres humanos, donde se busca identificar o descubrir los efectos clínicos que pueden tener los medicamentos o los dispositivos médicos en investigación, para así determinar su seguridad y efectividad. Considero que vale la pena aprovechar esta importante fecha y de tanta trascendencia, para resaltar algunos conceptos que nos permitan entender, aterrizar y por qué no, animar y despertar la curiosidad para conocer un poco más del maravilloso mundo de la investigación clínica.

Actualmente, la investigación clínica es una de las actividades con más expectativas de crecimiento a nivel global. La comunidad internacional, en este momento ha vuelto a ver a la investigación, como aquella actividad científica y de alto interés para la seguridad de la población mundial, tal como ocurrió en sus inicios con el estudio sobre vitamina C y escorbuto de James Lind en 1.747 y Alexander Fleming con la penicilina en 1.928.

Hoy, a raíz de la situación ocasionada por el COVID-19, ha permitido que una actividad de tanto valor y entrega científica, en ocasiones desconocida, interrogada y muchas veces subvalorada como es la investigación clínica, sea en este momento uno de los grupos más reconocidos a nivel mundial, que ofrecen una esperanza, capaz de volver a dar la estabilidad mundial, afectando positivamente la salud, la oportunidad de trabajo la sostenibilidad del sistema y por ende, la perdurabilidad de la raza humana.

Todas las actividades a nivel mundial tienen un antes y un después del COVID-19, y el mundo de la investigación clínica también. Previamente, el crecimiento de los estudios que eran realizados en diferentes áreas, como alternativas terapéuticas, evidenciado en www.clinicaltrials.gov, cambió desde diciembre 2019, donde el número de protocolos aumentaron, con un enfoque único: encontrar alguna solución para la pandemia que estábamos enfrentando.

Colombia no ha sido ajena a esta situación. Actualmente, es un país que está llevando a cabo estudios clínicos, en conjunto con la industria farmacéutica, para el desarrollo de vacunas, manejo crítico en pacientes con COVID-19, protocolos propios de terapias alternativas para el manejo de estos pacientes, diseño industrializado de ventiladores, equipos de reanimación, implementación de elementos básicos de protección para el personal de salud y la población en general. Esto ha permitido que de una u otra forma el país entienda, acepté y apoye la ardua labor de todos los que vemos en la investigación un campo de la salud importante, el cual conlleva a brindar estabilidad, seguridad y optimismo a los colombianos.

En Colombia se ha trabajado desde hace varios años, dándole estabilidad y mantenimiento a todos los actores de la investigación clínica, gracias al compromiso y entrega de grupos de trabajo como INTIC (Iniciativa Nacional para Transformar la Investigación Clínica en Colombia) conformado por AFIDRO, AVANZAR Y ACIC, quienes en colaboración con entidades gubernamentales, como el INVIMA, el Ministerio de Ciencia y Tecnología, el Ministerio de Salud y las Secretarías de Salud de los diferentes departamentos del país, apoyados por los comités de ética, buscan que la investigación clínica basada en parámetros rigurosos de calidad, pueda brindar lo más importante que es la seguridad de todos los individuos que participan voluntariamente en un estudio clínico.

En nuestro país, se desarrollan protocolos de investigación hace más de 40 años, lo que brinda un recurso humano profesional, con amplia experiencia, centros de investigación certificados en buenas prácticas clínicas y con altos estándares de calidad. Estas son algunas de las fortalezas que debemos rescatar, para darle más importancia y relevancia al papel de la investigación dentro de la economía, siendo un incentivo para buscar continuamente las oportunidades de mejora y lograr ser más competitivos.

Debemos reconocer que tenemos ciertas limitaciones, que están relacionadas con el músculo financiero que debe tener un centro, y todos los actores de la investigación, (CRO, comités de ética, proveedores, laboratorios, entre otros), para desarrollar protocolos de investigación, más cuando conocemos que es una actividad muy variable, donde depende única y exclusivamente de los protocolos que lleguen al país.
El lograr que nuestro país, desarrolle más protocolos de investigación, redundará en mayor inversión extranjera, mayor preparación, especialización de los diferentes equipos de investigación, más oportunidades de trabajo y mayor producción de material científico; para en conjunto obtener una mejor estabilidad laboral y aporte a la economía de nuestro país.

Por lo anterior, Colombia debe ser atractiva para traer cada día más protocolos, brindando así una estabilidad económica, un mayor aprendizaje, una mayor capacidad desarrollar estudios clínicos y por ende mayor impacto y afectación positiva dentro de la población colombiana.

Debemos trabajar para que aquellas amenazas existentes, detectadas a nivel mundial y a nivel país se vuelvan oportunidades de mejora. Es así como el grupo de trabajo INTIC, con el acompañamiento del INVIMA, busca constantemente obtener para el país, una mejor calificación a nivel mundial y de esta forma, lograr convertirnos en un Hub de investigación clínica internacional.

Para lograrlo, debemos trabajar en ser más eficientes en trámites regulatorios, en cumplimiento de metas, tiempos, y aportar elementos que contribuyan al buen desarrollo de los protocolos de investigación, con el fin de ser más competitivos a nivel global.
Colombia cuenta con un cubrimiento en salud cercano al 94%, si transformamos la investigación clínica en un actor importante dentro de nuestro sistema de salud, un alto porcentaje de pacientes se podrían beneficiar al participar libre y voluntariamente en estos protocolos, pudiendo tener acceso a tecnología de punta y medicamentos de última generación, en aquellas condiciones de salud donde sus tratamientos actuales no son suficientes para preservar y brindar una mejor calidad de vida.

La experiencia, la seriedad, los entes de control y la credibilidad son parte vital de la investigación actual de nuestro país; la pasión, el optimismo y las ganas para continuar explorando el apasionante mundo del conocimiento y de la investigación clínica es lo que nos llevará a posicionarnos en el lugar que Colombia merece estar.

 

Carlos Augusto Pérez Niño MD, CCD
Miembro Línea de Investigación en Osteoporosis Asociación Latinoamericana de Endocrinología Ginecológica
Miembro comité asesor Asociación Colombiana de Centros de Investigación Clínica
Expresidente Asociación Colombiana de Centros de Investigación Clínica
Miembro International Society for clinical Densitometry (ISCD)
Densitometrista Clínico- Cl. del Country
Expresidente Asociación Colombiana de Osteoporosis (ACOMM)
Expresidente Asomenopausia – capítulo Bogotá
Investigador Clínico

 

 

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