Los chips cuentan con un gps que rastrea el trayecto a través de los ríos y los mares. El objetivo es entender como se diseminan los residuos generados por plásticos y botellas alrededor del mundo.
“Los resultados del estudio muestran cuan conectados pueden estar los ecosistemas acuáticos en la Tierra, y cuan lejos y rápido puede moverse la contaminación plástica en nuestro planeta” explica la doctora Emily Duncan, del Centro de Ecología y Conservación en el campus Penryn de la universidad de Exeter en Cornwall y autora principal del estudio.
Fuente NatGeo